sábado, 28 de mayo de 2011

de los verdaderos indignados y otros comparsas

A noche, cuando se fueron mis niñas,para mí siempre serán así tengan la edad que tengan, me quedé mirando por la ventana, para verlas salir del garaje.La noche ere fresca, casi fría, de pronto apareció un joven, casi un niño,llevaba un carrito de supermercado.Revolvía en la basura en busca de metales, para venderlos en chatarra.Con unas livianas chanclas, un pantalón semi corto y una sudadera con capucha completaba su escueto indumentario.Le ví desaparecer, al final de la calle. El no estaba en la Puerta del Sol. El estaba mas abajo, mas solo, entre los últimos, los excluidos, los que se ganan la vida  entre la basura.

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