La vida perece repetirse de modo ,casi inflexible,ha pasado San Isidro ,el patrón de la ciudad,todo a una velocidad increible, como si se fuera entre los dedos.He ido al chalet y allí tambien se necesita ,una mano ,que como a la lira , sepa arrancar ,los mejores sonidos, la hierba crece salvaje y falta el cuidado, tierno amoroso, delicado que él propiciaba a todas las plantas.Falta sabia nueva joven que ame esa dura y rojiza.Ella espera.
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