de la desesperanza y otros miedos

Casi sin salir de casa el dolor te asalta como un sunami.Hoy he ido a la Basílica, Tere me acompañaba.Ella ha querido entrar, para ver como estaba el padre.Solo, sentado en la sala de catequistas, hemos hablado con él .Está haciéndose todo tipo de pruebas para la operación.Ha adelgazado una enormidad y ha perdido la alegria.Con todo le llegan todos los problemas, las miserias y él tiene una palabra para todos una ayuda,una sonrisa.