Te sigo echando de menos
mi amor, te sigo echando,
por la mañana cuando me levanto
por la noche cuando me acuesto, te sigo echando.
En las noches eternas e infinitas
del invierno lóbrego y etéreo
siento el vacío que recorre el alma
como hielo de fuego y cauterio
Y en la tímida triste y dulce madrugada
cuando el sol me trae un nuevo misterio
siento la soledad de frio y nieve
que me llena el tiempo de soledad y silencio.
Afronto nuevamente el nuevo día
esperando el milagro de tu vuelta
en silencio, te busco en cada rincón
por si apareces y me abrazas tiernamente.
Afronto nevamente el nuevo día
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